El hierro es un nutriente que desempeña muchas funciones importantes en tu organismo, como mantenerte sano y lleno de energía.
Los niveles bajos de hierro son frecuentes y pueden causar síntomas desagradables como cansancio, falta de concentración y frecuentes episodios de enfermedad. Sin embargo, la carencia de hierro no siempre es fácil de detectar, sobre todo en sus primeras fases.
Los suplementos de hierro son una buena forma de revertir una deficiencia, especialmente si los cambios en la dieta no tienen éxito.
Este artículo trata sobre los suplementos de hierro, quién puede beneficiarse de ellos y las mejores formas de comprobar tus niveles de hierro.
Síntomas de niveles bajos de hierro
Los niveles bajos de hierro son frecuentes, sobre todo en determinados subconjuntos de la población. Si no se tratan, pueden convertirse en una afección más grave conocida como anemia ferropénica (AIF).
La AIF es una enfermedad en la que tu sangre no contiene suficientes glóbulos rojos sanos que transporten oxígeno. Como consecuencia, puedes experimentar los siguientes síntomas:
- cansancio
- falta de energía
- dificultad para respirar
- dificultad para concentrarse
- brotes más frecuentes de enfermedad
- dificultad para regular la temperatura corporal o sensación frecuente de frío
- piel pálida
- palpitaciones
- dolores de cabeza
- oír pitidos, silbidos o zumbidos dentro de la cabeza
- picor
- lengua dolorida o dificultad para tragar
- cambios en el sabor de los alimentos
- caída del cabello
- antojos de artículos no alimentarios, como hielo o tierra - también conocidos como pica
- llagas dolorosas abiertas en las comisuras de la boca
- uñas en forma de cuchara
- un impulso incontrolable de mover las piernas, también conocido como síndrome de las piernas inquietas
Si experimentas estos síntomas, considera la posibilidad de hablar con tu profesional sanitario sobre las opciones de pruebas diagnósticas para identificar o descartar niveles bajos de hierro o una AIF.
Recuerda que estos síntomas suelen ser más perceptibles cuando los niveles bajos de hierro evolucionan hacia la AIF. Por lo tanto, puedes tener niveles bajos de hierro sin experimentar estos signos, especialmente en las primeras fases de la depleción de hierro.
Analizar regularmente tus niveles de hierro puede ser una buena forma de identificar y tratar los niveles bajos de hierro antes de que se conviertan en una ADI.
Resumen: Los niveles bajos de hierro son frecuentes y, si no se tratan, pueden convertirse en anemia ferropénica (AIF). A menudo, los síntomas sólo aparecen una vez que se ha desarrollado la AIF. Analizar regularmente tus niveles de hierro puede ayudar a identificar una deficiencia antes de que evolucione a AIF.
¿Cuándo pueden ser útiles los suplementos de hierro?
Los suplementos de hierro pueden ayudar a invertir los niveles bajos de hierro o a tratar la anemia ferropénica. Pueden producir resultados más rápidamente que las intervenciones dietéticas y a menudo se consideran el método de tratamiento de elección.
Estos suplementos pueden ser especialmente útiles entre las personas propensas a tener niveles bajos de hierro, sobre todo si no son capaces de mantener un buen estado de hierro sólo con la dieta, entre ellas:
- embarazadas
- lactantes y niños pequeños
- personas con menstruaciones abundantes
- donantes frecuentes de sangre
- personas con cáncer
- personas con trastornos gastrointestinales, como celiaquía, colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn
- los que se han sometido a cirugía gástrica
- personas con insuficiencia cardíaca
- los que toman medicamentos que agotan el hierro, como los utilizados para reducir la acidez estomacal
- personas que practican regularmente ejercicio intenso
- los que siguen una dieta vegetariana o vegana
- personas con trastornos sanguíneos, como talasemia o anemia falciforme
- personas con alcoholismo
Es importante tener en cuenta que tomar suplementos de hierro cuando no son necesarios podría perjudicar tu salud, en parte porque suelen contener dosis elevadas de hierro, que pueden causar problemas digestivos y reducir la absorción de otros nutrientes en tu intestino.
Sugerida para ti: 8 signos y síntomas de que tienes una carencia de vitaminas
Tomar estos suplementos innecesariamente también puede causar daños celulares y, en casos graves, provocar fallos orgánicos, coma o la muerte. Los efectos secundarios negativos pueden producirse en cualquier persona, pero parecen especialmente mortales en los niños.
Por lo tanto, habla siempre con tu profesional sanitario para que analice tu estado de hierro o el de tu hijo antes de tomar suplementos de hierro, y sigue siempre las recomendaciones de dosificación de tu profesional sanitario.
Resumen: Los suplementos de hierro pueden invertir los niveles subóptimos de hierro. Asegúrate de comprobar antes tus niveles de hierro, ya que tomarlos innecesariamente podría perjudicar tu salud.
Hacerse la prueba del hierro bajo
Una de las mejores formas de diagnosticar los niveles bajos de hierro o la AIF es hacerte un análisis de sangre, ya que estas enfermedades pueden ser difíciles de diagnosticar basándose únicamente en los síntomas.
Un enfoque complementario es considerar cómo se comparan tus ingestas de hierro dietéticas y suplementarias con las recomendadas.
Puede ser útil comprender la importancia de solicitar determinados análisis de sangre en lugar de otros para entender las tres etapas principales de la carencia de hierro.
Etapas de la carencia de hierro
Los niveles bajos de hierro suelen evolucionar hacia la AIF a través de estas etapas:
- Deficiencia leve de hierro. Esta afección consiste en unas reservas bajas de hierro con unos niveles de ferritina entre 10-30 mcg/L y un recuento normal de glóbulos rojos (GR) con una hemoglobina superior a 12 g/dL y un hematocrito superior al 36% en las mujeres y al 41% en los hombres.
- Deficiencia de hierro funcional leve. Esta afección consiste en un agotamiento de las reservas de hierro con niveles de ferritina inferiores a 10 mcg/L, pero un recuento normal de glóbulos rojos con hemoglobina superior a 12 g/dL y hematocrito superior al 36% para las mujeres y al 41% para los hombres.
- Anemia ferropénica (AIF) Esta afección consiste en un agotamiento de las reservas de hierro con niveles de ferritina inferiores a 10 mcg/L, además de un recuento de glóbulos rojos por debajo del rango normal con una hemoglobina inferior a 12 g/dL y un hematocrito inferior al 36% en las mujeres y al 41% en los hombres.
Las mejores pruebas para diagnosticar tu estado de hierro
Las pruebas de hemoglobina y hematocrito se utilizan habitualmente para detectar la ferropenia. Sin embargo, no se consideran sensibles ni específicas y sólo tienden a identificar la AIF, no las primeras fases de la depleción de hierro.
Sugerida para ti: 9 signos y síntomas de la deficiencia de vitamina B12
Identificar las primeras fases del agotamiento es beneficioso. Hacerlo te permite abordar el problema inmediatamente -mediante modificaciones de la dieta o suplementos- en lugar de dejar que progrese hasta la ADI antes de tomar medidas.
La ferritina sérica se considera la prueba más rentable y eficaz para diagnosticar una carencia de hierro, especialmente en sus fases iniciales.
Sin embargo, pocos profesionales médicos realizan pruebas rutinarias de los niveles de ferritina, por lo que es posible que tengas que solicitar esta prueba específicamente, además de las pruebas de hemoglobina y hematocrito, cuando acudas a la consulta de tu médico.
¿Con qué frecuencia debes hacerte las pruebas?
Las personas sin antecedentes de niveles bajos de hierro pueden someterse a un análisis de sus niveles una vez al año para detectar una posible carencia de hierro en sus primeras fases.
Si se toman suplementos de hierro, las mejoras en la hemoglobina pueden ser perceptibles en cuatro semanas. Sin embargo, generalmente se necesitan al menos tres meses para reponer completamente los niveles de hemoglobina y a veces incluso más tiempo para reponer los niveles de ferritina.
Por lo tanto, las personas que toman suplementos para tratar una carencia de hierro deben esperar al menos tres meses después de iniciar el tratamiento, si no un poco más, antes de volver a analizar sus niveles de hemoglobina y ferritina.
Dicho esto, una pequeña proporción de personas no responden a los suplementos orales de hierro o experimentan efectos secundarios. Por ello, pueden necesitar otros tratamientos.
Por lo tanto, si tienes AIF y no notas ninguna mejoría de los síntomas en las primeras 4-8 semanas de tomar un suplemento, considera la posibilidad de volver a analizar tus niveles de hemoglobina para comprobar si estás respondiendo al tratamiento.
Resumen: Analizar tus niveles de hemoglobina, hematocrito y ferritina es la mejor forma de identificar una carencia de hierro antes de que se convierta en una posible AIF. La frecuencia con la que debes analizar tus niveles de hierro depende de tu estado actual de hierro.
Resumen
Los suplementos de hierro pueden ayudar a revertir una carencia de hierro cuando los cambios dietéticos no tienen éxito.
Algunas personas, como las embarazadas, los lactantes, los niños pequeños, las que hacen mucho ejercicio y las que padecen ciertas enfermedades, son más propensas a tener niveles bajos de hierro. Deben hacerse análisis periódicos de sus niveles de hierro.
Sugerida para ti: Desnutrición: definición, síntomas y tratamiento
Si estás pensando en someterte a un análisis de tus niveles de hierro, solicita una prueba de hemoglobina y hematocrito y otra de ferritina. Esta combinación es la más eficaz para identificar una carencia de hierro, incluso en sus fases iniciales.