Aunque la kombucha se originó en China hace miles de años, este té fermentado ha recuperado popularidad recientemente debido a sus posibles beneficios para la salud.
El té de kombucha ofrece los mismos beneficios para la salud que beber té negro o verde y aporta probióticos saludables.
Sin embargo, la seguridad de beber kombucha durante el embarazo y la lactancia es bastante controvertida.
Este artículo explora la kombucha y los posibles problemas asociados a su consumo durante el embarazo y la lactancia.
Contenido
Qué es la kombucha?
La kombucha es una bebida fermentada a menudo elaborada con té negro o verde.
El proceso de preparación de la kombucha puede variar. Sin embargo, suele consistir en un proceso de doble fermentación.
Generalmente, se coloca una SCOBY (un cultivo plano y redondo de bacterias y levaduras) en té azucarado y se fermenta a temperatura ambiente durante unas semanas.
A continuación, la kombucha se transfiere a botellas y se deja fermentar durante otras 1-2 semanas para que se carbonate, lo que da como resultado una bebida ligeramente dulce, ligeramente ácida y refrescante.
A partir de ahí, la kombucha se mantiene refrigerada para desacelerar la fermentación y la carbonatación.
Puedes encontrar kombucha en tiendas de comestibles, pero algunas personas la elaboran ellas mismas, lo que requiere una cuidadosa preparación y control.
Las ventas de kombucha han aumentado recientemente debido a sus beneficios para la salud. Es una buena fuente de probióticos, que proporcionan a tu intestino bacterias saludables.
Los probióticos se asocian a diversos beneficios para la salud, como la salud digestiva, la pérdida de peso y, potencialmente, ayudan a reducir la inflamación sistémica.
Resumen: La kombucha es un té fermentado, normalmente elaborado a partir de té verde o negro. Recientemente ha ganado popularidad por sus posibles beneficios para la salud, en concreto por su contenido en probióticos.
Preocupación por beber kombucha durante el embarazo o la lactancia
Aunque la kombucha ofrece muchos beneficios para la salud, hay algunas cosas que debes recordar antes de consumirla durante el embarazo o la lactancia.
El kombucha contiene alcohol
El proceso de fermentación del té de kombucha da lugar a la producción de alcohol en pequeñas cantidades.
La kombucha vendida comercialmente como bebida “no alcohólica” sigue conteniendo cantidades muy pequeñas de alcohol, pero no puede contener más del 0,5%, según la normativa de la Oficina de Impuestos y Comercio de Alcohol y Tabaco (TTB).
Un 0,5% de alcohol no es mucho y es la misma cantidad que se encuentra en la mayoría de las cervezas sin alcohol.
Sin embargo, los organismos federales siguen recomendando restringir completamente el consumo de alcohol durante todos los trimestres del embarazo. Los CDC afirman también que todos los tipos de alcohol pueden ser igualmente nocivos.
Además, es importante saber que la kombucha producida por los fabricantes caseros tiende a tener un mayor contenido de alcohol, y se ha observado que algunos brebajes tienen hasta un 3%.
El alcohol puede pasar a la leche materna si lo consume la madre lactante.
Por lo general, el cuerpo tarda entre 1 y 2 horas en metabolizar una ración de alcohol (12 onzas de cerveza, 5 onzas de vino o 1,5 onzas de licor).
Aunque la cantidad de alcohol que se encuentra en la kombucha es mucho menor que una ración de alcohol, aún así debe tenerse en cuenta, ya que los bebés metabolizan el alcohol mucho más lentamente que los adultos.
Por lo tanto, esperar un tiempo antes de dar el pecho después de consumir kombucha puede no ser una mala idea.
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Aún no se han determinado los efectos del consumo de alcohol en cantidades mínimas durante el embarazo o la lactancia. Sin embargo, con la incertidumbre siempre existe un riesgo.
La kombucha no está pasteurizada
La pasteurización es un método de tratamiento térmico de bebidas y alimentos para eliminar bacterias nocivas, como la listeria y la salmonela.
Cuando la kombucha está en su forma más pura, no ha sido pasteurizada.
La FDA recomienda evitar los productos no pasteurizados durante el embarazo, incluida la leche, los quesos blandos y los zumos crudos, ya que pueden contener bacterias nocivas.
La exposición a agentes patógenos como la listeria podría dañar a las mujeres embarazadas y a sus fetos, aumentando el riesgo de aborto espontáneo y mortinatalidad.
La kombucha podría contaminarse con bacterias nocivas
Aunque es más probable que ocurra en la kombucha casera que en las bebidas preparadas comercialmente, la kombucha puede contaminarse con patógenos nocivos.
Por desgracia, el mismo entorno necesario para producir los probióticos amistosos y beneficiosos de la kombucha es el mismo entorno en el que también les gusta crecer a los patógenos y bacterias dañinas.
Por eso es primordial elaborar la kombucha en condiciones sanitarias y manipularla adecuadamente.
La kombucha contiene cafeína
Como la kombucha se elabora tradicionalmente con té verde o negro, contiene cafeína. La cafeína es un estimulante y puede atravesar libremente la placenta y entrar en el torrente sanguíneo del bebé.
La cantidad de cafeína que contiene la kombucha varía, pero es algo que debes tener en cuenta, sobre todo porque tu cuerpo tarda más en procesar la cafeína durante el embarazo.
Además, para las madres lactantes, un pequeño porcentaje de cafeína acaba en la leche materna.
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Si eres una madre lactante y consumes grandes cantidades de cafeína, podría provocar irritabilidad en tu bebé y favorecer su vigilia.
Por ello, se aconseja a las mujeres embarazadas y lactantes que limiten el consumo de cafeína a no más de 200 mg al día.
La mayoría de los estudios demuestran que tomar cafeína durante el embarazo con moderación es seguro y no tiene efectos perjudiciales para el feto.
Sin embargo, algunos estudios muestran que el aumento del consumo de cafeína puede estar relacionado con efectos perjudiciales, como el aborto espontáneo, el bajo peso al nacer y el parto prematuro.
Resumen: La kombucha puede no ser la bebida más segura durante el embarazo o la lactancia debido a su contenido en alcohol y cafeína y a la falta de pasteurización. Además, la kombucha, especialmente cuando se elabora en casa, podría contaminarse.
Resumen
La kombucha es una bebida fermentada rica en probióticos que ofrece algunos beneficios para la salud.
Sin embargo, cuando se trata de beber kombucha durante el embarazo o la lactancia, hay que tener en cuenta algunos riesgos importantes.
Aunque no hay estudios a gran escala sobre los efectos de beber kombucha durante el embarazo, puede ser mejor evitar la kombucha durante el embarazo y la lactancia debido a su pequeño contenido de alcohol, su contenido de cafeína y la falta de pasteurización.
En definitiva, la composición microbiológica de este té fermentado es bastante compleja, y se justifica una mayor investigación para comprender plenamente sus beneficios y su seguridad.
Si quieres añadir alimentos probióticos a tu dieta durante el embarazo o la lactancia, prueba el yogur con cultivos vivos activos, el kéfir elaborado con leche pasteurizada o los alimentos fermentados como el chucrut.