La frescura del pollo puede determinarse por su aspecto, olor y textura. Para evitar enfermar, es crucial almacenar el pollo adecuadamente.
A mucha gente le gusta el pollo porque es nutritivo y encaja bien en muchas comidas.
Sin embargo, como otras carnes, el pollo puede estropearse. Esto puede cambiar su sabor y tacto y, a veces, incluso ponerte enfermo.
Por eso, es esencial reconocer cuándo el pollo ya no está fresco. La buena noticia es que hay indicadores claros que te ayudarán a decidir si el pollo que estás a punto de comer todavía está bueno.
En este artículo, descubrirás cómo detectar si el pollo se ha vuelto.
Comprueba el aspecto y el color
El color y el aspecto del pollo pueden dar pistas sobre su estado, si está crudo o cocinado.
Pollo crudo
Antes de cocinar el pollo, comprueba siempre su aspecto para ver si presenta algún signo negativo.
El pollo crudo sano debe tener un color rosa suave con trocitos de grasa blanca. Pero si la carne tiene un aspecto grisáceo o verdoso, o si la grasa se vuelve amarilla, es probable que ya no esté bueno y haya que tirarlo.
Sin embargo, pueden producirse ligeros cambios en el color del pollo.
Por ejemplo, el rosa puede oscurecerse o desvanecerse un poco. Este cambio se produce cuando la proteína roja del pollo, la oximioglobina, se convierte en metamioglobina al entrar en contacto con el aire. No siempre significa que el pollo esté malo, sólo que posiblemente no sea tan fresco.
Si el pollo se ha conservado correctamente en el frigorífico o en el congelador, no suele haber problemas con los pequeños cambios de color.
Pero, si detectas signos evidentes como moho, tira el pollo. A diferencia de algunos quesos, en los que puedes cortar el trozo mohoso, con el pollo tienes que desechar toda la pieza.
Pollo cocido
Una vez cocido, el pollo debe tener un aspecto blanco sin ningún trozo rosado. El color rosa indica que el pollo podría no estar totalmente cocido.
Si guardas el pollo cocido para más tarde, guárdalo en el frigorífico a menos de 4°C (40°F) en un recipiente cerrado, pero consúmelo en un plazo de 3 días.
Recuerda que el pollo que se deja al aire libre entre 4°C (40°F) y 60°C (140°F) durante mucho tiempo puede estropearse, ya que las bacterias crecen rápidamente en este intervalo, lo que supone un riesgo para la salud.
Si ves moho o cambios de color inesperados en el pollo cocido almacenado, es mejor prevenir y tirarlo.
Las especias o salsas pueden ocultar moho o cambios de color. Por tanto, procura consumir el pollo en los 3 días siguientes a su cocción. Y al recalentarlo, asegúrate de que el pollo alcance al menos 165°F (74°C), comprobándolo con un termómetro para alimentos.
Resumen: El pollo crudo fresco suele ser de color rosa claro. Si se vuelve gris o de otro color inesperado, puede estar estropeado. El pollo cocinado debe tener un aspecto blanco y estar libre de moho y residuos extraños.
Huele
Un indicio claro de que el pollo está estropeado es el mal olor.
Cuando el pollo crudo está fresco, su olor es muy ligero o incluso inexistente. Pero si tu pollo empieza a oler agrio o desprende un aroma parecido al del huevo podrido, es hora de tirarlo.
Aun así, no dependas únicamente del olor para decidir si el pollo es seguro. El olfato de cada persona es diferente, y algunas pueden no detectar ciertos olores. Comprueba siempre también otros indicadores de deterioro.
Resumen: El pollo fresco suele tener un olor muy tenue o ninguno. Puede estar pasado si emite un olor fuerte y agrio.
Textura
Al tocar el pollo crudo fresco, debe sentirse ligeramente húmedo y brillar ligeramente.
No debe estar resbaladizo ni pegajoso. Si encuentras un residuo pegajoso en las manos después de manipular el pollo, es probable que ya no esté bueno.
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El pollo cocido debe estar más sólido y menos húmedo que su homólogo crudo. Puede haberse estropeado si se vuelve extra blando, pegajoso o deja un residuo.
Resumen: El buen pollo crudo tiene una superficie húmeda, ligeramente brillante y no es resbaladizo. El pollo cocinado en mal estado puede estar demasiado blando, viscoso o pegajoso.
Fecha de compra y caducidad
Comprobar las fechas de caducidad y de compra también puede ayudarte a evaluar la frescura del pollo.
Antes de comprar, comprueba siempre la fecha de caducidad. A veces, el envase del pollo puede mostrar dos fechas: una “fecha de envasado” y una “fecha de caducidad”.
La “fecha de envasado” indica cuándo se envasó el pollo. Es principalmente para los vendedores, no para los consumidores.
Por otra parte, la fecha de caducidad indica cuándo es probable que el pollo esté en su mejor momento. Si vas a consumir el pollo en uno o dos días, puedes comprar uno próximo a su fecha de caducidad, que a menudo se encuentra en oferta. Sin embargo, si no puedes consumirlo antes de la fecha de caducidad, considera la posibilidad de congelarlo.
Recoge el pollo crudo hacia el final de la compra para reducir el tiempo que permanece fuera del frigorífico. Una vez en casa, refrigéralo o congélalo rápidamente.
Si se conserva adecuadamente en el congelador, el pollo puede mantenerse en buen estado hasta 9 meses. Marca la fecha de compra en el paquete antes de congelarlo. En el frigorífico, el pollo crudo se conserva 1-2 días.
Si el pollo ya está cocinado, consúmelo en 3-4 días, manteniéndolo refrigerado.
Resumen: Comprueba siempre la fecha de caducidad cuando compres pollo. Guárdalo correctamente en el frigorífico o en el congelador para garantizar su frescura.
Resumen
Saber si tu pollo se ha echado a perder es esencial para tu salud y la de tu familia.
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El pollo crudo fresco suele tener un aspecto rosa claro con partes grasas blancas, un olor neutro y un tacto ligeramente húmedo y tierno. Sin embargo, si el pollo está resbaladizo, desprende un fuerte olor desagradable o su color se vuelve amarillento, verdoso o grisáceo, probablemente no sea seguro comerlo.
Desecha siempre el pollo que haya superado su fecha de caducidad, que haya permanecido más de 2 días sin cocinar o 4 días cocinado en el frigorífico, o que haya permanecido más de 2 horas fuera de los niveles seguros de temperatura.
Recuerda el viejo consejo: “En caso de duda, tíralo”