La chirimoya (Annona cherimola) es una fruta verde, de forma cónica, con piel correosa y pulpa cremosa y dulce.
Se cree que se originó en la cordillera de los Andes de Sudamérica, y se cultiva en zonas tropicales de gran altitud.
Debido a su textura cremosa, la chirimoya también se conoce como chirimoya. Se suele comer con una cuchara y se sirve fría como las natillas. La chirimoya tiene un sabor dulce similar al de otras frutas tropicales, como el plátano y la piña.
Rica en fibra, vitaminas y minerales, esta fruta única puede favorecer la inmunidad, reducir la inflamación y promover la salud de los ojos y del corazón.
Sin embargo, ciertas partes de la chirimoya contienen toxinas que pueden dañar tu sistema nervioso si se consumen en cantidades elevadas.
Aquí tienes 8 sorprendentes beneficios de la chirimoya.
1. La chirimoya tiene un alto contenido en antioxidantes
La chirimoya está cargada de antioxidantes, que combaten los radicales libres en tu cuerpo. Los niveles elevados de radicales libres pueden causar estrés oxidativo, que se asocia a muchas enfermedades crónicas, como el cáncer y las enfermedades cardíacas.
Ciertos compuestos de la chirimoya -como el ácido kaurenoico, los flavonoides, los carotenoides y la vitamina C- tienen potentes efectos antioxidantes.
Un estudio de probeta descubrió que tanto la cáscara como la pulpa son excelentes fuentes de antioxidantes, siendo los compuestos de la cáscara especialmente eficaces para prevenir el daño oxidativo.
Sin embargo, ten en cuenta que no debes comer la cáscara de la chirimoya por motivos de salud. Esto se explica con más detalle a continuación.
Los antioxidantes carotenoides de la chirimoya, como la luteína, pueden ser especialmente potentes. Las investigaciones demuestran que los alimentos ricos en carotenoides pueden mejorar la salud ocular y reducir el riesgo de padecer enfermedades cardíacas y ciertos tipos de cáncer.
2. La chirimoya puede mejorar tu estado de ánimo
La chirimoya es una excelente fuente de vitamina B6 (piridoxina). 1 taza (160 gramos) de esta fruta contiene el 24% de la ingesta diaria recomendada.
La vitamina B6 desempeña un papel importante en la creación de neurotransmisores, como la serotonina y la dopamina, que ayudan a regular tu estado de ánimo.
Los niveles inadecuados de esta vitamina pueden contribuir a los trastornos del estado de ánimo.
Los niveles bajos de vitamina B6 en sangre están relacionados con la depresión, especialmente en los adultos mayores. Un estudio en adultos mayores descubrió que la deficiencia de vitamina B6 duplicaba las posibilidades de sufrir depresión.
Al aumentar los niveles de esta importante vitamina, el consumo de alimentos como la chirimoya puede ayudar a reducir el riesgo de depresión relacionado con la deficiencia de vitamina B6.
3. La chirimoya puede beneficiar a la salud ocular
La chirimoya es rica en el carotenoide antioxidante luteína, uno de los principales antioxidantes de tus ojos que mantienen una visión sana al combatir los radicales libres.
Varios estudios asocian la ingesta elevada de luteína con una buena salud ocular y un menor riesgo de degeneración macular relacionada con la edad (DMAE), una enfermedad caracterizada por el daño ocular y la pérdida de visión.
La luteína también puede proteger contra otros problemas oculares, como las cataratas, que es una opacidad del ojo que provoca una mala visión y la pérdida de la misma.
Una revisión de 8 estudios descubrió que los individuos con los niveles más altos de luteína en sangre tenían un 27% menos de riesgo de desarrollar cataratas, en comparación con los que tenían los niveles más bajos.
Por lo tanto, consumir alimentos ricos en luteína -como la chirimoya- puede favorecer la salud ocular y reducir el riesgo de enfermedades como la DMAE y las cataratas.
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4. La chirimoya puede prevenir la hipertensión arterial
La chirimoya tiene un alto contenido en nutrientes que ayudan a regular la presión arterial, como el potasio y el magnesio.
En particular, 1 taza (160 gramos) de esta fruta contiene el 10% de la ingesta diaria recomendada de potasio y más del 6% de la ingesta diaria recomendada de magnesio.
Tanto el potasio como el magnesio favorecen la dilatación de los vasos sanguíneos, lo que a su vez ayuda a reducir la presión arterial. La presión arterial alta puede aumentar el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y derrames cerebrales.
Una revisión señaló que el consumo de la VD de potasio -4.700 mg al día- puede reducir la presión arterial sistólica y diastólica en unos 8 y 4 mm Hg, respectivamente.
Otra revisión halló una relación inversa entre la ingesta de magnesio y el riesgo de hipertensión arterial al comparar a las personas con la mayor ingesta de magnesio con las que tenían la menor ingesta. Cada ingesta adicional de 100 mg al día de magnesio se asoció a un riesgo un 5% menor de padecer hipertensión arterial.
5. La chirimoya puede favorecer una buena digestión
Una taza (160 gramos) de chirimoya ofrece casi 5 gramos de fibra dietética, lo que supone más del 17% de la ingesta diaria recomendada.
Como la fibra no puede ser digerida ni absorbida, añade volumen a las heces y ayuda a moverlas a través de los intestinos.
Además, las fibras solubles -como las que se encuentran en la chirimoya- pueden alimentar a las bacterias buenas de tu intestino, así como someterse a la fermentación para producir ácidos grasos de cadena corta (AGCC). Estos ácidos incluyen el butirato, el acetato y el propionato.
Los AGCS son fuentes de energía para tu cuerpo y pueden proteger contra las enfermedades inflamatorias que afectan a tu tracto digestivo, como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.
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Al favorecer los movimientos intestinales saludables y nutrir las bacterias intestinales, la chirimoya y otros alimentos ricos en fibra pueden promover una salud digestiva óptima.
6. La chirimoya puede tener propiedades anticancerígenas
Algunos de los compuestos de la chirimoya pueden ayudar a combatir el cáncer.
La chirimoya contiene flavonoides como la catequina, la epicatequina y la epigalocatequina, que han demostrado detener el crecimiento de las células cancerosas en estudios de probeta.
Un estudio descubrió que el tratamiento de las células de cáncer de vejiga con epicatequina conducía a un crecimiento y replicación celular significativamente menor, en comparación con las células que no recibieron este flavonoide.
En otro estudio de probeta se observó que algunas catequinas -incluidas las de la chirimoya- detenían hasta el 100% del crecimiento de las células del cáncer de mama.
Además, los estudios de población sugieren que los individuos que consumen dietas ricas en flavonoides tienen un menor riesgo de desarrollar ciertos cánceres -como los de estómago y colon- que las personas cuya dieta es baja en estos compuestos.
Sin embargo, se necesitan más estudios en humanos para comprender plenamente cómo el compuesto que se encuentra en la chirimoya y otras frutas afecta al cáncer.
7. La chirimoya puede combatir la inflamación
La inflamación crónica se relaciona con un mayor riesgo de muchas enfermedades, incluidas las cardíacas y el cáncer.
En particular, la chirimoya aporta varios compuestos antiinflamatorios, como el ácido kaurenoico.
Este ácido tiene fuertes efectos antiinflamatorios y se ha demostrado que disminuye ciertas proteínas inflamatorias en estudios con animales.
Además, la chirimoya cuenta con catequina y epicatequina, antioxidantes flavonoides que han demostrado tener potentes efectos antiinflamatorios en estudios de probeta y en animales.
Un estudio observó que los ratones alimentados con una dieta enriquecida con epicatequina tenían niveles reducidos de sangre del marcador inflamatorio proteína C reactiva (PCR), en comparación con un grupo de control.
Los niveles elevados de PCR se asocian a la aterosclerosis, un endurecimiento y estrechamiento de las arterias que aumenta significativamente el riesgo de padecer enfermedades cardíacas.
8. La chirimoya puede favorecer la inmunidad
Al igual que otras frutas tropicales, la chirimoya está cargada de vitamina C, un nutriente que favorece la inmunidad al combatir las infecciones y las enfermedades.
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La deficiencia de vitamina C está vinculada a un deterioro de la inmunidad y a un mayor riesgo de infecciones.
Los estudios en humanos revelan además que la vitamina C puede ayudar a disminuir la duración del resfriado común. Sin embargo, las investigaciones son contradictorias y se han centrado sobre todo en los suplementos y no en la vitamina C dietética.
Consumir chirimoya y otros alimentos ricos en esta vitamina es una forma fácil de asegurar una adecuada salud inmunológica.
Efectos secundarios de la chirimoya
Aunque la chirimoya ofrece impresionantes beneficios para la salud, contiene pequeñas cantidades de compuestos tóxicos.
La chirimoya y otras frutas de la especie Annona contienen anonacina, una toxina que puede afectar a tu cerebro y sistema nervioso.
Los estudios de observación realizados en zonas tropicales relacionan el consumo elevado de frutos de Annona con un mayor riesgo de padecer un tipo específico de enfermedad de Parkinson que no responde a los medicamentos habituales.
Todas las partes de la planta de chirimoya pueden contener anonacina, pero está más concentrada en las semillas y la piel.
Para disfrutar de la chirimoya y limitar tu exposición a la anonacina, retira y desecha las semillas y la piel antes de comerlas.
Si te preocupa especialmente la anonacina o tienes la enfermedad de Parkinson u otra afección del sistema nervioso, puede ser mejor evitar la chirimoya.
Cómo comer chirimoya
La chirimoya se puede encontrar en muchas tiendas de comestibles y alimentos saludables, pero puede no estar disponible dependiendo de tu ubicación.
Debe conservarse a temperatura ambiente hasta que esté blanda, y luego guardarse en el frigorífico hasta 3 días.
Para preparar la chirimoya, retira y desecha la piel y las semillas, luego córtala con un cuchillo de pelar y corta la fruta en trozos.
La chirimoya está deliciosa en la macedonia, mezclada con el yogur o la avena, o mezclada en batidos o aderezos de ensalada. También puedes comer chirimoya fría como si fuera un flan, cortando la fruta por la mitad y sacando la pulpa con una cuchara.
También funciona bien en platos salados como la chirimoya con camarones de chile-lima y la sopa fría de verano de chirimoya.
Resumen
La chirimoya -también conocida como chirimoya- es una fruta dulce y tropical con una textura cremosa.
Está cargado de nutrientes beneficiosos que pueden favorecer tu estado de ánimo, tu inmunidad y tu digestión.
Sin embargo, la chirimoya contiene pequeñas cantidades de compuestos tóxicos, especialmente en la piel y las semillas. Para consumir la chirimoya con seguridad, primero hay que pelar la piel y quitar las semillas.
Esta fruta única puede ser una gran adición a una dieta rica en nutrientes y equilibrada.