Tanto si te estás recuperando de una enfermedad como de una intervención quirúrgica, los alimentos y bebidas que consumes pueden ayudar o dificultar tu recuperación.
Se ha demostrado que muchos alimentos, como las frutas, las verduras, las grasas saludables y las fuentes de proteínas, reducen la inflamación, mejoran la función inmunitaria, favorecen la curación y proporcionan el combustible necesario para que te recuperes.
Aquí hay 10 alimentos curativos que pueden ayudar a tu cuerpo a recuperarse.
1. Verduras de hoja verde
Las verduras de hoja verde como la col rizada, las espinacas, la rúcula, las hojas de mostaza y las acelgas están repletas de nutrientes que disminuyen la inflamación, mejoran la función inmunitaria y la cicatrización de las heridas, lo que las convierte en la opción perfecta para promover la recuperación.
Las verduras de hoja verde tienen un alto contenido en vitamina C, manganeso, magnesio, folato y provitamina A, todos ellos esenciales para la función inmunitaria y la salud en general.
También son ricos en antioxidantes polifenólicos que tienen potentes propiedades antiinflamatorias y de apoyo al sistema inmunitario.
Las investigaciones muestran que ciertos polifenoles, incluido el antioxidante quercetina, que se concentran en las verduras de hoja verde, pueden ayudar a suprimir la producción de proteínas inflamatorias como el TNF-alfa.
Además, la vitamina C es esencial para la cicatrización de las heridas, lo que hace que las verduras de hoja verde sean una buena opción para recuperarse después de una operación.
2. Huevos
Después de la cirugía, tu cuerpo necesita muchas más proteínas que la cantidad diaria recomendada actualmente de 0,36 gramos por libra (0,8 gramos por kg) de peso corporal.
La Sociedad Americana para la Mejora de la Recuperación recomienda entre 0,7 y 0,9 gramos de proteínas por cada kilo (1,5-2 gramos por kg) de peso corporal después de la cirugía. Esto equivale a 105-135 gramos para una persona de 68 kg.
Los huevos no sólo son una excelente fuente de proteínas altamente absorbibles, ya que aportan 6 gramos por cada huevo grande (50 gramos), sino también nutrientes que favorecen la salud inmunitaria y la curación de las heridas.
Los huevos enteros contienen vitaminas A y B12, así como zinc, hierro y selenio, todos los cuales desempeñan funciones inmunitarias vitales.
3. Salmón
El salmón está repleto de proteínas, vitaminas del grupo B, selenio, hierro, zinc y grasas omega-3.
Los estudios demuestran que sus grasas omega-3 pueden promover la curación de heridas, mejorar la respuesta inmunitaria y reducir la inflamación cuando se toman en forma de suplemento.
Además, sólo 3 onzas (85 gramos) de salmón capturado en estado salvaje aporta más del 70% de tus necesidades diarias de selenio, un mineral que regula la inflamación y la respuesta inmunitaria.
Aunque comer salmón es probablemente seguro, debes hablar con tu profesional sanitario antes de tomar suplementos de aceite de pescado antes o después de la cirugía. Investigaciones recientes indican que estos suplementos no aumentan el riesgo de hemorragia, pero algunos cirujanos desaconsejan el aceite de pescado de todos modos.
4. Bayas
Las bayas rebosan de nutrientes y compuestos vegetales que pueden ayudar a la recuperación de tu cuerpo.
Por ejemplo, las bayas aportan abundante vitamina C, que favorece la curación de las heridas al estimular la producción de colágeno, la proteína más abundante de tu cuerpo.
También contienen antioxidantes como las antocianinas, que son pigmentos vegetales que dan a las bayas su vibrante color, además de proporcionar efectos antiinflamatorios, antivirales y de apoyo inmunológico.
Sugerida para ti: 12 alimentos saludables con alto contenido de hierro
5. Frutos secos y semillas
Los frutos secos y las semillas, como las almendras, las pacanas, las nueces, las semillas de girasol y las semillas de cáñamo, son una gran opción para alimentar tu cuerpo durante el proceso de recuperación. Estos alimentos proporcionan proteínas de origen vegetal, grasas saludables y vitaminas y minerales que favorecen la curación.
Por ejemplo, los frutos secos y las semillas son una buena fuente de zinc, vitamina E, manganeso y magnesio. La vitamina E actúa como antioxidante en tu cuerpo, protegiendo contra el daño celular. También es fundamental para la salud inmunitaria.
Algunos estudios señalan que unos niveles saludables de vitamina E pueden mejorar la función de las células inmunitarias protectoras, como las células asesinas naturales (células NK), que ayudan a combatir las infecciones y las enfermedades.
6. Aves de corral
Los aminoácidos específicos, que son los bloques de construcción de las proteínas, desempeñan un papel importante en la curación de las heridas y en la función inmunitaria.
Las aves de corral, incluyendo el pollo y el pavo, contienen glutamina y arginina, dos aminoácidos que pueden ayudar a la recuperación y curación.
La glutamina proporciona protección celular en momentos de estrés, como enfermedades y lesiones, mientras que la arginina ayuda a la producción de colágeno y a la curación de heridas.
Además, la arginina se agota rápidamente en épocas de estrés, lesiones y enfermedades, por lo que la ingesta adecuada de este aminoácido es aún más importante.
7. Carnes de órganos
Las carnes de órganos son algunos de los alimentos más nutritivos que puedes comer. Poseen muchos nutrientes que refuerzan el sistema inmunitario, como la vitamina A, el hierro, el zinc, las vitaminas del grupo B y el cobre, que son necesarios para la producción de tejido conectivo y colágeno.
Sugerida para ti: 18 de los mejores alimentos para aliviar el estrés
La vitamina A, que es esencial para una respuesta celular inmunitaria adecuada, ayuda a inhibir las células inflamatorias y es fundamental para la salud de la piel y la curación de las heridas.
Además, las vísceras son una excelente fuente de proteínas, que son necesarias para la recuperación después de la cirugía y la enfermedad.
8. Verduras crucíferas
Las verduras crucíferas como la coliflor, el brócoli, las coles de Bruselas y la col rizada son bien conocidas por sus impresionantes beneficios para la salud. Pueden favorecer la recuperación gracias a su gran variedad de vitaminas, minerales y antioxidantes.
Las verduras crucíferas contienen glucosinolatos, que son compuestos que tu cuerpo convierte en isotiocianatos. Se ha demostrado que los isotiocianatos favorecen la salud inmunitaria al suprimir la inflamación, activar las defensas inmunitarias e inducir la muerte de las células infectadas.
Además, estas verduras contienen una serie de nutrientes que tu cuerpo necesita durante la recuperación, como la vitamina C y las vitaminas B.
9. Mariscos
Los mariscos, como las ostras, los mejillones y las almejas, están cargados de nutrientes -especialmente el zinc- que pueden favorecer la recuperación.
El zinc es crucial para una función inmunitaria saludable. Este mineral también puede ayudar a acelerar la recuperación y promover la cicatrización de las heridas, lo que hace que el marisco sea estupendo para recuperarse de una cirugía.
Sólo 6 ostras medianas (59 gramos) proporcionan más del 300% del valor diario de zinc.
10. Patatas dulces
Comer alimentos saludables ricos en carbohidratos, como los boniatos, es importante para la recuperación. Los carbohidratos no sólo proporcionan la energía que tus células necesitan para la curación, sino también enzimas como la hexoquinasa y la citrato sintasa, que ayudan a la reparación de las heridas.
Una ingesta inadecuada de carbohidratos puede perjudicar la cicatrización de las heridas y retrasar la recuperación.
Los boniatos son fuentes nutritivas de carbohidratos repletos de compuestos vegetales antiinflamatorios, vitaminas y minerales -como la vitamina C, los carotenoides y el manganeso- que pueden optimizar la respuesta inmunitaria y ayudar a tu cuerpo a recuperarse.
Sugerida para ti: 10 alimentos cargados de queratina
Otras formas de ayudar a tu cuerpo a sanar y recuperarse
Además de seguir una dieta saludable llena de alimentos ricos en nutrientes, otras modificaciones del estilo de vida pueden favorecer la curación.
El descanso es esencial cuando te recuperas de una enfermedad, una lesión o una operación. Además, dormir lo suficiente refuerza el proceso de reparación de tu cuerpo.
La falta de sueño puede perjudicar la función inmunitaria y retrasar la recuperación.
La hidratación también es importante para todos los aspectos de la curación y la recuperación, especialmente para el cuidado adecuado de las heridas. Además, las enfermedades que implican fiebre y diarrea pueden aumentar tus necesidades de hidratación.
Además, debes evitar el tabaco y el alcohol cuando te recuperes de una enfermedad o lesión. Fumar y beber pueden retrasar la recuperación, perjudicar la cicatrización de las heridas y suprimir el sistema inmunitario.
Las deficiencias de zinc y de vitaminas B12 y A también pueden dificultar la recuperación. Habla con tu médico si te preocupan las deficiencias de nutrientes.
Resumen
Cuando te recuperas de una enfermedad o de una intervención quirúrgica, debes alimentar tu cuerpo con alimentos ricos en nutrientes y compuestos que favorecen la curación.
El salmón, los frutos secos, las verduras crucíferas y varios otros alimentos pueden ayudar a optimizar la recuperación.
Descansar mucho, mantenerse hidratado y evitar el tabaco y el alcohol también favorecen una curación óptima.