La maicena es un ingrediente popular utilizado para espesar sopas, guisos, salsas y postres.
También se puede usar en varias otras recetas y ayuda a mantener unidos los rellenos de pasteles a base de frutas, ablandar ciertos productos horneados y agregar una capa crujiente a las verduras, carnes y costras.
Sin embargo, a pesar de la versatilidad de este alimento básico de la cocina de todos los días, muchas personas se preguntan si es bueno para usted.
Este artículo analiza los datos nutricionales y los efectos sobre la salud de la maicena para determinar si debe incluirla en su dieta.
Contenido
Nutrición de almidón de maíz
La maicena es rica en calorías y carbohidratos, pero carece de nutrientes esenciales como proteínas, fibra, vitaminas y minerales.
Una taza (128 gramos) de maicena contiene los siguientes nutrientes:
- calorías: 488
- Proteína: 0,5 gramos
- Carbohidratos: 117 gramos
- Fibra: 1 gramo
- Cobre: 7% del valor diario
- Selenio: 7% del valor diario
- Hierro: 3% del valor diario
- Manganeso: 3% del valor diario
Recuerde que la cantidad es mucho más significativa que lo que la mayoría de la gente consume en una sola porción.
Por ejemplo, suponga que está usando maicena para espesar sopas y salsas. En ese caso, solo puede usar 1 o 2 cucharadas (8 a 16 gramos) de almidón de maíz a la vez, lo que es poco probable que aporte nutrientes significativos a su dieta aparte de las calorías y los carbohidratos.
Resumen: La maicena es rica en calorías y carbohidratos, pero baja en otros nutrientes esenciales, como proteínas, fibra, vitaminas y minerales.
Desventajas de la maicena
La maicena puede estar asociada con varios efectos secundarios adversos.
La maicena puede aumentar los niveles de azúcar en la sangre
La maicena es rica en carbohidratos y tiene un índice glucémico alto, que mide cuánto afecta un alimento específico a sus niveles de azúcar en la sangre.
También es bajo en fibra, un nutriente esencial que retarda la absorción de azúcar en el torrente sanguíneo.
Por esta razón, el almidón de maíz se digiere muy rápido en su cuerpo, lo que puede provocar picos en los niveles de azúcar en la sangre.
Por lo tanto, la maicena puede no ser una gran adición a su dieta si tiene diabetes tipo 2 o espera controlar mejor sus niveles de azúcar en la sangre.
La maicena puede dañar la salud del corazón
La maicena se considera un carbohidrato refinado, lo que significa que se ha sometido a un extenso procesamiento y se le han despojado de sus nutrientes.
Los estudios muestran que el consumo regular de alimentos ricos en carbohidratos refinados, como la maicena, puede afectar negativamente la salud del corazón.
Según un análisis, las dietas ricas en carbohidratos refinados y alimentos con un índice glucémico alto pueden estar relacionadas con un mayor riesgo de enfermedad coronaria, obesidad, diabetes tipo 2 e hipertensión arterial.
Otro estudio en 2,941 personas encontró que seguir una dieta con un índice glucémico alto se asoció con un aumento de los niveles de triglicéridos e insulina, junto con niveles más bajos de colesterol HDL (bueno), todos los cuales son factores de riesgo de enfermedad cardíaca.
Sin embargo, se necesita más investigación sobre los efectos específicos de la maicena en la salud del corazón.
La maicena carece de nutrientes esenciales
Además de las calorías y los carbohidratos, la maicena trae poco a la mesa con respecto a la nutrición.
Aunque grandes cantidades proporcionan pequeñas cantidades de micronutrientes como cobre y selenio, la mayoría de las personas solo usan 1 a 2 cucharadas (8 a 16 gramos) a la vez.
Por lo tanto, es crucial combinar la maicena con una variedad de otros alimentos ricos en nutrientes como parte de una dieta balanceada para garantizar que satisfaga sus necesidades nutricionales.
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Resumen: La maicena es alta en calorías y carbohidratos, pero baja en nutrientes esenciales. También puede aumentar los niveles de azúcar en la sangre y dañar la salud del corazón.
¿Deberías incluir maicena en tu dieta o evitarla?
Aunque la maicena puede estar asociada con varias desventajas, se puede disfrutar en pequeñas cantidades como parte de una dieta saludable y completa.
Si tiene diabetes o está siguiendo una dieta baja en carbohidratos, es posible que desee considerar moderar su consumo de almidón de maíz.
Lo ideal es limitarse a 1 o 2 cucharadas (8 a 16 gramos) a la vez y considerar intercambiar otros sustitutos de la maicena, como el arrurruz, la harina de trigo, la fécula de patata y la tapioca, siempre que sea posible.
Además, si bien la maicena pura es naturalmente libre de gluten, seleccione variedades certificadas sin gluten para evitar la contaminación cruzada si tiene enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten.
Resumen: La maicena se puede disfrutar con moderación como parte de una dieta equilibrada. Limítese a 1-2 cucharadas (8-16 gramos) a la vez, y asegúrese de seleccionar variedades certificadas sin gluten si tiene enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten.
Resumen
La maicena es un agente espesante que se usa a menudo para mejorar la textura de sopas, salsas, adobos y postres.
Cada porción es alta en carbohidratos y calorías, pero baja en nutrientes esenciales como vitaminas, minerales, fibra y proteínas.
El consumo regular de grandes cantidades puede aumentar los niveles de azúcar en la sangre y estar asociado con efectos adversos en la salud del corazón.
Sin embargo, puede encajar en una dieta saludable y completa si se usa con moderación y se disfruta junto con una variedad de otros alimentos ricos en nutrientes.