El ajo es un ingrediente popular que se disfruta tanto por su sabor único como por sus poderosos beneficios para la salud.
Sin embargo, el ajo se suele saltear, asar o cocer antes de añadirlo a las recetas.
Por esta razón, muchas personas no están seguras de si el ajo crudo es seguro de consumir.
Este artículo analiza si puedes comer ajo crudo, junto con los posibles beneficios y desventajas de hacerlo.
¿Se puede comer ajo crudo?
En la mayoría de las recetas, el ajo suele cocinarse o utilizarse en polvo.
La cocción del ajo altera su sabor y textura, haciéndolo más suave, blando y cremoso y dándole un sabor y aroma más sutiles.
Sin embargo, también puede disfrutarse cruda en lugar de cocida.
Aunque el ajo crudo tiende a tener un sabor más fuerte y picante, puede consumirse con seguridad y es una gran adición a muchos platos.
El ajo crudo se suele añadir a salsas, aderezos y salsas como el alioli o el pesto.
Es más, el ajo crudo puede incluso conservar más compuestos beneficiosos que el ajo cocido y mejorar varios aspectos de tu salud.
Resumen: Aunque el ajo crudo tiene un sabor más fuerte y picante que el cocido, es seguro consumirlo y se puede añadir a varias recetas.
Beneficios del ajo crudo para la salud
El ajo es una excelente fuente de alicina, un compuesto que contiene azufre asociado a muchos beneficios para la salud.
La alicina, responsable del sabor y el olor característicos del ajo, se produce cuando el ajo fresco se tritura o se pica.
Curiosamente, algunas investigaciones sugieren que la alicina podría ayudar a mejorar la función de tu sistema inmunitario y podría ofrecer cierta protección contra afecciones como las enfermedades cardíacas y el cáncer.
Sin embargo, los estudios demuestran que asar, hervir, calentar o encurtir el ajo puede reducir significativamente su contenido de alicina.
Por lo tanto, aunque consumir ajo cocido puede ser beneficioso, optar por el ajo crudo en su lugar puede ayudar a maximizar su valor nutricional.
Estos son algunos de los posibles beneficios para la salud del ajo crudo:
- Mejora la inmunidad. Varios estudios demuestran que el ajo puede ayudar a disminuir la inflamación y reforzar la función inmunitaria, lo que puede deberse a su contenido en antioxidantes y compuestos que contienen azufre, como la alicina.
- Apoya la salud del corazón. Algunas investigaciones sugieren que el ajo puede ayudar a reducir la presión arterial y disminuir los niveles de colesterol para apoyar la salud del corazón.
- Estabiliza los niveles de azúcar en sangre. El ajo puede ayudar a reducir los niveles de azúcar en sangre en ayunas y mejorar la gestión del azúcar en sangre, lo que puede ser beneficioso para controlar la diabetes de tipo 2.
- Protege la salud del cerebro. Aunque la investigación en humanos es limitada, los estudios en animales muestran que el consumo de altas cantidades de ajo fresco o de extracto de ajo envejecido podría mejorar la memoria y apoyar la salud del cerebro.
Resumen: El ajo crudo conserva mayores cantidades de alicina, un compuesto beneficioso que contiene azufre. Se ha demostrado que el ajo mejora la inmunidad, estabiliza los niveles de azúcar en sangre y favorece la salud del corazón y del cerebro.
Posibles inconvenientes de comer ajo crudo
Aunque el ajo crudo puede estar asociado a varios beneficios para la salud, hay algunos inconvenientes potenciales que hay que tener en cuenta.
En primer lugar, el ajo crudo tiene un sabor y un olor mucho más fuertes que el ajo cocido, lo que puede resultar poco apetecible para algunas personas.
Además, a las personas que padecen la enfermedad de reflujo gastroesofágico (ERGE) se les suele aconsejar que limiten el consumo de ajo para evitar la acidez estomacal.
Ciertos compuestos que se encuentran en el ajo crudo pueden irritar el tracto digestivo, lo que podría causar una sensación de ardor en el pecho o el estómago.
El ajo también puede aumentar el riesgo de hemorragia al impedir la formación de coágulos sanguíneos.
Aunque disfrutar del ajo crudo con moderación es poco probable que cause problemas a la mayoría de los adultos sanos, las personas que toman anticoagulantes deben consultar a su médico antes de consumir grandes cantidades de ajo o de usar suplementos de ajo.
Sumario: El ajo puede provocar acidez de estómago e irritar el tracto digestivo. También puede aumentar el riesgo de hemorragia, especialmente si se consume en grandes cantidades o se utiliza en forma de suplemento.
¿Cuánto ajo crudo debes comer?
No existe una dosis oficial recomendada para el ajo. Sin embargo, la mayoría de los estudios han constatado que unos 1-2 dientes al día podrían ser beneficiosos.
En forma de suplemento, las dosis de hasta 3.600 mg de extracto de ajo envejecido también han demostrado ser eficaces.
Asegúrate de hablar con tu médico antes de usar suplementos de ajo, especialmente si tienes alguna enfermedad subyacente o estás tomando medicamentos.
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Considera la posibilidad de reducir la ingesta o suspender el consumo si notas algún efecto secundario negativo después de comer ajo crudo.
Pasar al ajo cocido en lugar de comerlo crudo también puede ayudar a aliviar los efectos secundarios digestivos como la acidez o el reflujo ácido.
Resumen: Comer 1-2 dientes de ajo crudo al día puede ser beneficioso. En forma de suplemento, son eficaces dosis de hasta 3.600 mg de extracto de ajo envejecido al día.
Resumen
Aunque el ajo crudo tiene un sabor más fuerte y un olor más penetrante que el cocido, es seguro consumirlo.
El ajo crudo también retiene más alicina, que es el compuesto que contiene azufre responsable de muchos de los efectos beneficiosos del ajo para la salud.
Para obtener los mejores resultados, procura consumir entre 1 y 2 clavos de olor al día y reduce su consumo si experimentas algún efecto secundario, como acidez, reflujo ácido o aumento de la hemorragia.