Los anacardos son increíblemente populares, y por una buena razón.
No sólo son muy nutritivas, sino también extraordinariamente versátiles.
Su sabor ligeramente dulce, su crujido satisfactorio y su textura mantecosa combinan bien con diversos sabores y aplicaciones culinarias.
Los anacardos suelen agruparse con otros tipos de frutos secos, pero también tienen mucho en común con las legumbres y las semillas.
Este artículo explora si los anacardos son auténticos frutos secos, y por qué pueden pertenecer a una categoría totalmente diferente.
Clasificación botánica de los anacardos
Los anacardos proceden de un árbol tropical conocido formalmente como Anacardium occidentale.
El árbol produce en sus ramas un tallo carnoso en forma de pera llamado manzana del anacardo. Sin embargo, esta parte de la planta no es el fruto.
En cambio, el fruto real es una estructura más pequeña, con forma de riñón, que crece debajo de la manzana del anacardo, también conocida como drupa. Dentro del fruto se encuentra la semilla comestible que la mayoría de la gente conoce como anacardo.
Así pues, debido a la configuración estructural de la planta, la parte comestible del anacardo se clasifica botánicamente como una semilla drupa.
La semilla y su cáscara exterior se consideran técnicamente tanto la nuez como el fruto, pero la cáscara no es comestible debido a la presencia de una sustancia tóxica. Por eso sólo verás anacardos sin cáscara en tu mercado local.
Resumen: Los anacardos se clasifican botánicamente como semillas porque crecen dentro del fruto del anacardo, que también se conoce como drupa.
Comparación con las leguminosas
Aunque los anacardos son semillas de drupa, a veces se confunden con las legumbres.
Las leguminosas también son plantas que producen semillas comestibles, pero suelen crecer junto a otras semillas dentro de una misma vaina. Cuando la planta madura, la vaina se divide por la mitad, liberando las semillas comestibles.
Las judías y los guisantes están entre las legumbres más comunes, pero los cacahuetes son un gran ejemplo de un “fruto seco” que es una legumbre. Al igual que los cacahuetes, los anacardos pueden partirse fácilmente por la mitad.
Sin embargo, como los anacardos se desarrollan en una cáscara dura dentro de una drupa en lugar de una vaina, no se consideran parte de la familia de las leguminosas.
Resumen: Los anacardos son estructuralmente similares a leguminosas como los cacahuetes. Sin embargo, debido a cómo crecen, no se consideran parte de la familia de las leguminosas.
Clasificación culinaria de los anacardos
Técnicamente, los anacardos no son frutos secos, pero a menudo se clasifican como tales. Esto se debe a que comparten muchos atributos nutricionales y culinarios con otros frutos secos verdaderos, como las avellanas y las castañas.
Los anacardos son ricos en grasas saludables y proteínas. Pueden utilizarse indistintamente con otros frutos secos en diversas aplicaciones culinarias, como mezclas de frutos secos, salteados, granola y mantequilla de frutos secos.
Curiosamente, muchos de los “frutos secos” más populares tampoco son verdaderos frutos secos. Como los anacardos, las nueces, las almendras, los pistachos y las pacanas son también semillas de drupas.
Resumen: Los anacardos suelen clasificarse como frutos secos porque poseen muchas de las mismas características físicas y nutricionales que las nueces verdaderas.
Resumen
Los anacardos son un alimento muy singular, por lo que resulta difícil saber cómo clasificarlos.
Botánicamente, se consideran semillas de drupa, pero comparten varias características físicas y nutricionales con otros grupos de alimentos, como las legumbres y los frutos secos.
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Independientemente del grupo en el que los coloques, no se puede negar que los anacardos son una adición nutricionalmente deliciosa a casi cualquier plan de dieta.